EL MEDIO AMBIENTE Y LA RELACIÓN CON LOS SERES VIVOS
El
medio ambiente es un sistema formado por elementos naturales y artificiales que
están interrelacionados y que son modificados por la acción humana. Se trata
del entorno que condiciona la forma de vida de la sociedad y que incluye
valores naturales, sociales y culturales que existen en un lugar y momento
determinado.
Los
seres vivos, el suelo, el agua, el aire, los objetos físicos fabricados por el
hombre y los elementos simbólicos (como las tradiciones, por ejemplo) componen
el medio ambiente. La conservación de éste es imprescindible para la vida
sostenible de las generaciones actuales y de las venideras.
Podría
decirse que el medio ambiente incluye factores físicos (como el clima y la
geología), biológicos (la población humana, la flora, la fauna, el agua) y
socio económicos (la actividad laboral, la urbanización, los conflictos
sociales).
Se
conoce como ecosistema al conjunto formado por todos los factores bióticos de
un área y los factores abióticos del medio ambiente; en otras palabras, es una
comunidad de seres vivos con los procesos vitales interrelacionados.
La
ecología es otra noción vinculada al medio ambiente, ya que se trata de la
disciplina que estudia la relación entre los seres vivos y su entorno, cuya
subsistencia puede garantizarse a través de un comportamiento ecológico, que
respete y proteja los recursos naturales.
Lamentablemente,
el ser humano hace lo posible por atentar contra su propia especie y contra las
demás, a través de diversas acciones que afectan a cada uno de los elementos
que componen el medio ambiente. Comenzando por el suelo y el agua, los residuos
inorgánicos arrojados en la naturaleza constituyen una auténtica bomba de
tiempo: a menos que alguien los recoja, llegará el día en que se interpongan
entre los animales y el suelo.
Intentar
comprender la mente de alguien que desecha una botella de vidrio o una lata en
un parque o en un lago es una tarea muy difícil. ¿Qué piensa esa persona que
ocurrirá con la basura que tan irresponsablemente está tirando? ¿No considera,
acaso, que puede causar un daño físico a otro ser vivo o, incluso, a sí misma?
Si su nivel de espejismo nubla su consideración por los animales y las plantas,
¿no teme siquiera que un niño se lastime con los trozos de vidrio o con el
metal oxidado? Dado el número de gente que incurre en actos de este tipo,
parece que no.
El
aire que respiramos es otro de los elementos del medio ambiente que alteramos
considerablemente a causa de nuestra irresponsabilidad y por negarnos a usar
nuestro cuerpo tal y como hacen el resto de los animales. Si los automóviles
existieran para asistir a individuos con discapacidades físicas o simplemente
para realizar viajes de larga distancia, quizás sería más aceptable
considerarlos indispensables. Sin embargo, un gran número de personas dependen
de sus coches para desplazarse por la ciudad, sin importar la distancia a
recorrer, y esto potencia el volumen de contaminación que generamos a diario.
INTERESANTE!!..MUY BONITO.
ResponderBorrar